Siguiendo los pasos de Francia y por primera vez en España
La Fundación Vivo Sano reclama que se prohíba el bisfenol A
en los materiales de uso alimentario
- Carlos de Prada, Hogar sin tóxicos: “Estamos ante un grave problema de contaminación alimentaria y nos afecta a todos. Todos tenemos bisfenol A en sangre. Urge elaborar leyes estrictas que pongan coto a este disruptor endocrino. Ya hemos comenzado una ronda de contactos con todos los grupos políticos para que actúen”
- Nicolás Olea, científico: “Ingerimos bisfenol A a través de los alimentos que han estado en contacto con materiales como envases, tuppers, botellas de plástico, latas, etc. Hay cientos de estudios que alertan sobre esto desde hace décadas. Nuestro grupo de trabajo documentó, ya en 1995, cómo proliferan las células tumorales en contacto con el bisfenol A proveniente del líquido de cobertura de latas de conserva”
- Alfredo Suárez, Fundación Vivo Sano: “Ésta es la primera iniciativa en España para retirar el bisfenol A de los materiales de uso alimentario. Francia ya lo ha prohibido. La UE lo ha eliminado pero sólo de los biberones, una medida claramente insuficiente para proteger la salud del conjunto de los consumidores”
Madrid, 21 de febrero de 2013.- La Fundación Vivo Sano, a través de su campaña Hogar sin tóxicos, ha puesto en marcha una iniciativa a nivel nacional para erradicar el bisfenol A (BPA) de todos los materiales en contacto con alimentos. Es la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa de este tipo en España, donde ya ha sido eliminado el bisfenol A de los biberones infantiles, en línea con la normativa comunitaria, pero no de otros materiales de uso alimentario. Francia ha sido el primer país europeo en prohibir totalmente el bisfenol A en este tipo de materiales, y Bélgica, Suecia y otros están dando pasos en el mismo sentido. La Fundación Vivo Sano hace un llamamiento a todos los partidos políticos y poderes públicos para que resuelvan esta situación.
El director de Hogar sin tóxicos, Carlos de Prada, es el autor de un informe-propuesta revisado por Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y uno de los mayores expertos del mundo en bisfenol A. El informe, de 76 páginas, detalla las evidencias científicas disponibles sobre el bisfenol A y sus efectos en nuestro sistema hormonal. “Esta sustancia química es un potente disruptor endocrino. Actúa incluso a dosis muy bajas y está asociado a diabetes, obesidad, infertilidad, cáncer de mama o de próstata, problemas cardiovasculares, alteraciones en el desarrollo neurológico y cerebral y trastornos del comportamiento, entre otros. Llega a nuestro organismo a través de los plásticos y resinas con las que se elaboran los envases de alimentos, las botellas de policarbonato, las latas de conserva. Y todos tenemos bisfenol A en sangre, cuando no debería estar ahí. Es una sustancia química artificial y no debería estar en nuestro cuerpo”, explica Nicolás Olea, miembro también del comité de expertos de la UE sobre disruptores endocrinos en utensilios y prácticas médicas.
Según Olea, la principal vía por la que nos llega esta sustancia es la alimentación, “y hay cientos de estudios que alertan sobre esto desde hace décadas. Nuestro grupo de trabajo documentó, ya en 1995, cómo proliferan las células tumorales en contacto con el bisfenol A proveniente del líquido de cobertura de latas de conserva”.
Ronda de contactos
Hogar sin tóxicos quiere poner coto a este contaminante químico y, para ello, ha comenzado una ronda de contactos con todos los grupos políticos del arco parlamentario. “Esto no debe ser una iniciativa partidista”, afirma Carlos de Prada, “porque estamos hablando de la salud de todos los ciudadanos. De todos los contaminantes químicos que puede haber en nuestra comida, el bisfenol A es el contaminante estrella. Sus efectos son conocidos y es urgente que se dicten normas que garanticen su erradicación”. De Prada se propone hacer llegar también el informe-propuesta a los responsables de salud y medio ambiente de todas las comunidades autónomas.
La propuesta de Hogar sin tóxicos pasa por prohibir la fabricación, distribución e importación de materiales que vayan a estar en contacto con alimentos y que contengan esta sustancia, dado que los alimentos son la principal vía por la que el BPA llega a nuestro organismo. Para el director de la Fundación Vivo Sano, Alfredo Suárez, “el hecho de que la Unión Europea ya lo haya prohibido en los biberones da idea de su toxicidad, pero esta medida es de todo punto insuficiente para proteger la salud del conjunto de los consumidores. Por eso hemos puesto en marcha esta iniciativa. Hasta ahora no se ha hecho nada en España respecto al bisfenol A, más allá de lo que estipula la UE, y todos estamos expuestos”, añade.
Hogar sin tóxicos continúa recabando la adhesión de numerosos científicos españoles y extranjeros a su propuesta política. Diversas instituciones científicas nacionales e internacionales han firmado hasta el momento el documento de apoyo. Además, ha puesto en circulación, a través de sus páginas web y de distintas redes sociales, un vídeo divulgativo en el que se explica qué es el bisfenol A y cómo llega a nuestro organismo, con la intención de concienciar a la población y lograr un respaldo ciudadano global para esta iniciativa.
Sobre la Fundación Vivo Sano: La Fundación Vivo Sano (www.vivosano.org) es una organización independiente, de iniciativa privada y sin ánimo de lucro, orientada a la salud. Trabaja para crear una sociedad más sana donde las personas se encuentren bien en todos los aspectos de su vida, disfrutando de una buena salud física y emocional, de unas relaciones constructivas, viviendo en un entorno saludable. Para ello, promueve hábitos saludables para el cuerpo, la mente, el medio ambiente y la sociedad; fomenta un nuevo modelo de atención sanitaria basado en la medicina integrativa; y vela para que instituciones y legisladores antepongan la salud de los ciudadanos a cualquier otra consideración. La Fundación Vivo Sano es la creadora e impulsora de campañas de concienciación como www.hogarsintoxicos.org y www.escuelasinwifi.org.