Publicado en http://lhojadeparra.blogspot.com.es/2012_11_01_archive.html
Urgente denuncia del resurgimiento de la violencia en la Sierra nevada de Santa Marta por Calixto Suárez Villafañe 26-11-2012
El pueblo indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el caribe colombiano, ha tenido que vivir una historia de violencia de muchos siglos. Las historias de los mayores, coinciden con el presente, la violencia se repite de manera cíclica.
Muchos indígenas nos preguntamos ¿Por qué? A lo mejor para algunos es un problema que hablemos sobre la naturaleza y de no hacerse daño entre humanos, o quizá les resulten incómodas nuestras creencias de que la Sierra es un territorio sagrado que debemos proteger. Sean las razones que sean, no logramos comprender el porqué de los ataques, amenazas, homicidios, violaciones y despojo de nuestras tierras.
Crecí escuchando a los mayores contar las tristes historias de la conquista y ahora adulto he tenido que vivir en carne propia la violencia, que se ha acentuado en los últimos años, pues nos despojaron de nuestras tierras y ahora vemos impotentes cómo éstas pertenecen legalmente a privados. Pero sabemos que esas tierras nos pertenecen, y son importantes para nosotros, no sólo para comer pues nuestra vocación es agrícola, sino por su valor espiritual. El territorio sagrado que hace décadas nos pertenecía hoy está escriturado a otras personas, son lugares en los que solíamos hacer nuestras ceremonias y rituales de armonización.
Nosotros creemos que de esos lugares sagrados, de energía de armonización, depende la vida de la humanidad, y por eso no estamos de acuerdo en que sean transformados. Proteger los territorios sagrados nos ha costado muchos enemigos que nos amenazan constantemente y han asesinado a nuestro líderes.
En 1990, tres líderes de la Sierra fueron asesinados de la peor manera. Hombres armados los secuestraron y luego los torturaron. El resultado de la investigación demostró que el asesinato fue cometido por miembros del Ejército Nacional de Colombia, por orden de familias adineradas de Valledupar.
La línea negra, el límite de los territorios indígenas sagrados, no ha sido respetada. Hoy se planean innumerables proyectos, desde creación municipio, represas, minas y puertos, hasta hoteles.
Siempre buscan argumentos en los que dicen que estos proyectos beneficiarán a la población indígena o local, pero la experiencia de otros proyectos, como la instalación de unas antenas en territorio sagrado, nos muestran que son sólo promesas para lograr nuestra aprobación, pero una vez realizados los proyectos, no encontramos ningún beneficio; por el contrario, afectan nuestra manera de vivir.
Lo preocupante es que cuando los proyectos no logran una respuesta positiva por parte de los indígenas, entonces empieza la violencia. Después del atentado al Cabildo Rogelio fue inevitable recordar la época negra del paramilitarismo, que le generó a la comunidad daños psicológicos, espirituales y culturales.
Las amenazas, asesinatos y reclutamiento forzado de niños por parte de los paramilitares produjeron en las comunidades fracturas sociales y divisiones que aún hoy perduran. En zonas cercanas a Valledupar, los paramilitares, además de despojarnos de nuestros territorios, crearon un sistema sangriento que nos prohibía acudir a la ley para reclamar lo nuestro o intentar comprarlo.
Su método fue el terror y la intimidación; así fue como a uno de nuestros líderes espirituales, que ni siquiera sabía español, fue le sacaron el hígado y se lo comieron, además de descuartizarlo.
Nuestra respuesta, además del temor que es natural, es que los hombres seguimos con nuestro poporo y ayu en nuestras mochilas y las mujeres tejiendo las mochilas, a lo que llamamos hacer nudo, y cada nudo es amor y con cada nudo se tejen el mundo y los pensamientos.
De la violencia del pasado hemos aprendido que existen alianzas que nos protegen, y por eso envío esta comunicación a todos los que estén dispuestos a apoyarnos para evitar que se inicie un nuevo ciclo de violencia. Después del atentado al Cabildo Rogelio, consideramos vital el apoyo y acompañamiento de los ciudadanos colombianos y también de la comunidad internacional.
No nos dejen solos en nuestra labor de protección de la Sierra Nevada y de nuestra cultura y costumbres.
contactenos@pueblobello-cesar.gov.co correo municipio pueblo bello cesar colombia
Sierra Nevada Santa Marta, Valledupar, Colombia.
Calixto Suárez
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