«Democràcia»: la crua interpretació històrica

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Democracia

Santiago Niño Becerra –  Viernes, 05 de Octubre de 2012

El pasado día 1 de Octubre, en su Pág. 18, El País publicaba un artículo de esos que hacen meditar larga, muy largamente. Su título era harto significativo: ““Que se vayan todos”, sin distinción”. Léanlo, de verdad.

El 25 S hacía poco más de diez meses que un partido político había ganado unas elecciones de forma apabullante, totalmente arrolladora, que había arrasado, vamos, y sin embargo, como bien detalla el texto la ciudadanía está en contra de los representantes que eligió: tanto de los del partido que ganó como de los que perdieron. Cierto, podría argumentarse que en Madrid no estaban frente al Parlamento todas/os aquellas/os que votaron el 20 N, pero las distintas encuestas que se han ido publicando lo constatan claramente: el desencanto crece contra todos los políticos. ¿Por qué?.

La Democracia, no hay que olvidarlo nunca, nació por evolución y por necesidad. Aquella burguesía del XVIII con creciente poder económico necesitaba que las medidas de política económica y de política-política dejaran de depender de los caprichos de un rey sin talla y de una cohorte de validos, pero necesitaban que alguien liquidase físicamente esa estructura, y, ¿quién mejor que un pueblo mísero, oprimido y sin futuro?.

Cierto: durante siglo y medio esa burguesía machacó, y mucho, a ese pueblo que le ayudó a cortarle el cuello al rey, pero tras la Depresión volvió a necesitarle, y esta vez el ofrecimiento fue total: ‘No sólo empleo y salario te daré sino que te lo daré indefinidamente y en permanente aumento, y además te daré capacidad de compra infinita, y además elegirás a quienes te gobiernen’.

Y aquella promesa se cumplió, y la Democracia se expandió. La máxima manifestación de la Democracia fue un binomio: votar con absoluta libertad a quien se quería y poder acceder a un BMW; y ambas cosas fueron posibles; y España fue bien y la Democracia también fue bien.

¿Hubiese sido imaginable un 25 S en el 2006?. ¡En absoluto!. En el 2006, dándose todos los actos de corrupción política presuntos y ya juzgados, no se intentó rodear ningún Parlamento … porque los políticos elegidos estaban haciendo las cosas muy bien y el Gobierno también porque se crecía tenaz e imparablemente. ¿Recuerdan lo que decía en el 2006 la que entonces era la oposición y los argumentos que utilizaba?. Consulten las hemerotecas.

El error terrible ha radicado en creer que la Democracia que conocemos iba a permanecer inalterada en ausencia de lo que la acompañó durante estas décadas pasadas: la mejora continuada y permanente en el estándar de vida de una población que siempre quiere más porque constantemente le han estado diciendo que lo bueno era querer más. Cuando ya no ha sido posible acceder al BMW y cuando la ciudadanía ha sido consciente de que esa posibilidad no va a volver jamás, el elemento por antonomasia que perfila la Democracia, el Parlamento, ha sido cuestionado: el “Que se vayan todos” era para todos, incluido el Gobierno: ‘Que se vayan todos porque nos han engañado: no tenemos presente y nos han quitado el futuro’.

El BMW: el símbolo: un empleo, el colegio de los niños, la atención de la abuela, la pensión y las vacaciones, la hipoteca, Navidad y Reyes. De golpe todo aquello se ha acabado y las voces que se lo habían anunciado son las que se lo están quitando. La ciudadanía no ha leído a Locke ni a Voltaire y no entienden la filosofía que subyace en la Democracia ni saben porqué ha sido tan necesaria la democracia. Pero saben muy bien de ese binomio antes referido, y perciben que lo han perdido; y si un binomio pierde uno de sus miembros deja de ser tal.

Perdido el acceso al miembro que a ‘Democracia’ acompañaba en el binomio es como si se hubiese entrado en la deconstrucción de un presente y que lleva a aquella situación en el pasado que Joan Manel Serrat magistralmente reflejó en “Temps era temps”, una situación de la que cuando el autor publicó su canción se estaba saliendo (*). ‘Democracia’ quedó entendido como equivalente de ‘ir a mejor’. ‘Si ahora se está yendo a peor y a peor se va a seguir yendo, ¿qué simbolizan esos a quienes elegimos democráticamente para que nos guiaran hacia una vida mejor?’

Es decir, ‘¿para que queremos a unos políticos que nos conducen a la miseria y que no saben o no pueden revertir esta situación que nos ahoga?’; ‘¿para qué queremos a unos políticos que no saben o no pueden hacer regresar las cosas a como estaban antes de que se produjese este desastre?’. Ahí, pienso, radica el trasfondo del 25 S. Si esta noche la Tierra fuese bañada por un rayo lanzado por una civilización extraterrestre y España y el mundo volviesen a una situación económica y social idénticas a las existentes en el 2006, ¿qué creen que diría la población si fuese preguntada en las encuestas?, ¿creen que se produciría otro 25 S?.

(Ya: juego con una carta marcada: el pasado puede repetirse, pero nunca de la misma manera; pero para el caso pienso que tanto da).

 

(*) Aquí, tras la letra en catalán, tienen la traducción al castellano de la canción mencionada: http://www.moragrega.com/serrat/letras/talcom.html#tema1. Y aquí, si les apetece, la interpretación de la canción por su autor: http://www.youtube.com/watch?v=bS21N-PzUHc.

 

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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http://politica.elpais.com/politica/2012/09/30/actualidad/1349030757_905661.html

“Que se vayan todos”, sin distinción

La protesta del 25-S se enfocó contra el Parlamento sin distinguir partidos
Los expertos alertan sobre el acecho de los populismos antidemocráticos

ANABEL DÍEZ (CORRESPONSAL POLÍTICA) Madrid 30 SEP 2012 – 20:45 CET


Una de las concentraciones del pasado 25 de septiembre se dirige hacia el Congreso por la Gran Vía madrileña. / CLAUDIO ÁLVAREZ

 

La crisis evidencia la incapacidad de los políticos
José Antonio Pérez Tapias

No cumplir el programa se siente como una estafa
Antoni Segura
Los parlamentarios escuchaban con el ánimo encogido en el patio del Congreso los gritos que llegaban contra ellos desde la calle. La barrera de protección policial, con mallas, vallas, tanquetas y agentes a pie, con perros, y a caballo, no podía impedir que les llegaran muestras de desapego rotundas y sin matices. Desde la simplicidad del “ladrones”, al coreo de “ahí está la cueva de Alí Babá”. Por escrito, cientos de manifestantes ondeaban carteles artesanales, rudimentarios: “Que se vayan todos”. Y, otros, un cartel pequeño con un “NO”, solo un “no” en dirección al Congreso de los Diputados. Como si los moradores del Parlamento fueran un todo unívoco y no elegidos hace 10 meses en las urnas entre opciones diferentes.

La primera conclusión que extraen los expertos de lo que ocurrió el martes 25 de septiembre tras el lema Rodear el Congreso es que “la crisis económica ha precipitado un fenómeno que viene de lejos, cual es la crisis de la democracia representativa”, señala Pere Vilanova, catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Barcelona. “Se ha producido una fractura muy profunda entre los ciudadanos y lo que llaman la clase política: ellos y nosotros”. En su análisis interpreta que los ciudadanos ven a la clase política como “una casta corporativa que tiende a autoperpetuarse sin tener en cuenta los intereses generales, solo los suyos propios”.

El juicio que los ciudadanos tienen de los partidos es de una extremada severidad, según señala José Juan Toharia, catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid. “Que los partidos solo piensan en sus intereses electorales cortoplacistas lo suscribe un 87% de los ciudadanos” y que “están desconectados de la realidad social”, lo dice el 88%, señala Toharia, basándose en estudios demoscópicos de la empresa Metroscopia, el centro que preside.

Ahora, en septiembre de 2012, la protesta se ha incrementado, aunque el descrédito de los políticos no ha hecho más que precipitarse al vacío en el último año y medio para coger la máxima velocidad en 2012. “Hay una sensación de estafa clara porque se está llevando a cabo una política que no figuraba en el programa electoral con el que se ganaron las elecciones”, afirma Antoni Segura, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona. A la estafa añade “impotencia” porque “no habrá elecciones generales hasta dentro de tres años largos”, añade el profesor Segura. Ese sentimiento de impotencia puede explicar que los manifestantes acudieran a “rodear” el Congreso, porque no sienten que los parlamentarios les representan, y de ahí su pretensión de provocar “la disolución de las Cortes” y el comienzo de un proceso “constituyente”.

Este momento ha llegado, “por fin”, ironiza José Antonio Pérez Tapias, profesor titular de Filosofía de la Universidad de Granada y exdiputado por el PSOE. “Ya ha habido alguien que ha salido con la temida pancarta de ‘que se vayan todos’. La crisis económica y el creciente drama social que genera están poniendo en evidencia la impotencia de la política, la parálisis de los partidos y la crisis de la representación política”. Le resulta “penoso” que se haya llegado a esta situación. “Aunque uno no esté de acuerdo con lo que dice ese lema literalmente, lo menos es tomárselo en serio como síntoma de malestar hondo, como aviso de rechazo que se irá acrecentando, como grito de rebeldía ante una situación más que indeseable”, recomienda el profesor Pérez Tapias.

Los expertos, politólogos, sociólogos e historiadores, son conscientes de que los ciudadanos no arremeten directamente contra el Gobierno, sino que la rebelión es contra una institución que no es homogénea, como el Parlamento. Sí reconocen como algo extraño que las manifestaciones y marchas no sean hacia La Moncloa, el Ministerio de Hacienda o el de Economía; y que el “enemigo sea el Parlamento”, en cuyo seno hay muchos diputados que rechazan enérgicamente que se les englobe en la llamada “clase política”.

¿El rechazo a los políticos se ha incrementado con la crisis económica? Los expertos no lo dudan. Los ciudadanos perciben “incapacidad en los políticos para afrontar con eficacia la crisis y, además, reprochan que no acuerden, consensúen las reformas”, indica el sociólogo José Juan Toharia. “Se echa de menos el espíritu de la Transición, que está mitificado”, añade Toharia. “Los ciudadanos quieren cambios profundos en el funcionamiento de los partidos para sentirlos más cercanos”.

Este cambio en el funcionamiento de los partidos lo invocan Pere Vilanova, Antoni Segura y Pérez Tapias. Será la única forma de parar la aparición de “populismos” ajenos a la democracia. Por eso, también piden —especialmente Pérez Tapias— que desde el poder no se aliente ese populismo. Así, ven preocupante la carrera por disminuir el número de parlamentarios en las asambleas regionales. Hay síntomas claros de preocupación, pero hay elementos que mitigan la alarma, a la vista de que los españoles acuden a votar en un porcentaje muy elevado. En las últimas elecciones, lo hizo el 71,7%. “De momento no falla el sistema, sino los que lo pilotan; está en crisis la forma de hacer política”, analiza Toharia.

Ese rechazo lo ha vivido directamente el profesor Pérez Tapias, que dejó la política, como diputado del PSOE, para reincorporarse a la vida universitaria el curso pasado. “Muchos amigos y conocidos me felicitaban por haber dejado de estar ‘con esa gente’. Lo decían de buena fe, pero para mí fue muy amargo”, relata. Los expertos reconocen que la crisis económica no ha derivado en una protesta contra el sector financiero, sino que la política ha sido el chivo expiatorio. Pero así es. “En Italia el político más popular es el único que no lo es, Mario Monti”, resalta Vilanova. Junto a la crisis económica, los políticos deben emprender de inmediato sus propios ajustes.

 
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http://www.leconomic.cat/neco/article/4-economia/18-economia/581870-rescat-encara-mes.html

 

 S. Niño Becerra

CATEDRÀTIC D’ESTRUCTURA ECONÒMICA IQS

 

 

Rescat (encara més)

06/10/12 02:00

 

Foto: LLUÍS ROMERO.

 

S’han adonat que ja no es parla dels 5.000 milions d’euros que Catalunya necessitava ja!, però ja!, per pagar els venciments de deute que li vénen damunt en els pròxims mesos? Això és només un exemple del que, penso, va succeint des de fa anys i que ara, sobretot des de l’últim 11-S, ha arribat a un límit: els polítics, independentment del seu color i de la seva ubicació geogràfica, no estan abordant els problemes de fons de les regions espanyoles. Quins problemes? Els següents:

1.– Les regions que avui tenen un superàvit fiscal regional (exceptuant Euskadi i a Navarra pel seu règim fiscal propi) el tenen perquè altres els transfereixen fons. En concret, i prenent les úniques dades publicades pel govern d’Espanya, corresponents al 2005, Catalunya, Madrid, València, Múrcia i Balears estan finançant les altres amb quantitats que arriben, per exemple en el cas d’Extremadura, al 17,78% del seu producte interior brut (PIB).

2.– El problema de les regions espanyoles, penso, no és, repeteixo no és, polític, sinó exclusivament econòmic. Quan, per exemple, el Sr. Feijóo, president de Galícia, elucubra sobre les demandes catalanes no esmenta que el 8,19% del PIB de Galícia li ve de fora perquè les regions que aporten fons, les abans esmentades, l’hi transfereixen; tampoc que el seu propi dèficit regional, a 31.12.2011, ascendia al -1,61% del seu PIB (incloent les transferències, sí); ni que el deute propi de Galícia supera els 8.000 milions (sí, també considerant les aportacions d’altres regions). És a dir, els missatges dels polítics, de tots els polítics, voregen la que és, penso, l’única pregunta: quantes regions són de debò sostenibles perquè poden aguantar-se per si mateixes?

3.– Amb els diners d’altres regions -les que aporten- i amb els diners de l’Espanya va bé -totes les regions- els governs regionals han armat unes estructures administratives i de serveis que són absolutament insostenibles quan Espanya ha deixat d’anar bé i quan, de moment Catalunya, ha reclamat els fons que aporta perquè els necessita; perquè l’única cosa certa és que Catalunya ha de millorar la seva administració regional i Extremadura, per exemple, no ha de continuar tenint el triple d’empleats públics que Catalunya en relació a la seva població; i això són dades objectives, no proclames polítiques.

4.– A Catalunya, segueixo pensant, els polítics -tots- s’estan equivocant quan aborden el problema: penso que és un error parlar d’independentisme, i d’Estat propi, i de caràcter diferencial, i de cansament mutu amb Espanya. Penso que el problema de Catalunya amb Espanya és exclusivament econòmic: Catalunya necessita entre 14 i 18 mil milions d’euros que cada any surten i no tornen, perquè amb ells Catalunya podria fer coses que ara no pot fer, coses amb les quals podria créixer i eixugar el seu dèficit propi i pagar el seu deute propi. Els polítics s’estan equivocant i els que estan en el govern encara més. Senyors del govern, penso que no haurien de dir “Catalunya nou Estat d’Europa”, sinó “Catalunya want her money back”, perquè Catalunya vol que tornin els seus diners, perquè són seus i perquè ho necessita.

Visitar els barris.

5.– Si els polítics catalans que parlen dels problemes de Catalunya volen fer política podrien anar a zones i a barris on resideix aquesta gent a la qual polítics de fora de Catalunya es refereixen dient que “no entenen les reivindicacions de Catalunya” i dir a aquestes persones el que podrien obtenir amb la tornada d’aquests fons que cada any se’n van i no tornen. Podrien parlar-los, per exemple, de la millora de les condicions, ara retallades, d’estada dels seus fills en les escoles, o de la cobertura sanitària de què gaudeixen i que ara es troba en reculada. És clar que llavors haurien de respondre a preguntes del tipus: “Per què van eliminar l’impost sobre successions?” o “per què al gener del 2006 l’avui President, llavors membre de l’oposició, va córrer a Madrid a oferir un pacte de govern que va beneir una brutal retallada de l’Estatut que el Parlament de Catalunya va aprovar al setembre del 2005, text retallat (el famós Nos hemos cepillado el Estatuto, recorden?) que és el que finalment va aprovar el poble de Catalunya?

6.– Una pregunta que, penso, mai no tindrà resposta, té a veure amb els càntics a la unitat d’Espanya que es fan en el Regne i amb els temors de deriva secessionista que es diu que existeixen a Europa en relació a Catalunya. La pregunta és la següent: si Catalunya no generés avui el 19% del PIB espanyol, podent superar amb escreix el 25% en el cas que es pogués recuperar la majoria del dèficit fiscal interregional que Catalunya té, existirien aquests temors a la secessió de Catalunya? És a dir, si Catalunya fos una zona pobra i miserable, a algú li importaria que abandonés la unitat pàtria?

El problema fonamental que avui té Catalunya penso que no és polític, sinó exclusivament econòmic; el que succeeix és que polítics d’un i altre signe, de l’un i l’altre color, de l’una i l’altra ubicació, ho han polititzat. Seria altament interessant i molt aclaridor esbrinar per què.

 
Darrera actualització ( Dissabte, 6 d’octubre del 2012 02:00 )

Publicat a

  • L’Econòmic Catalunya 06-10-2012 Pàgina 25

 

 

Salut i consciència!

Jordi

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ESPAI LLIURE DEL MUNTATGE «SIDA»

 

«El present és d’ells; el futur és meu»

Nikola Tesla (1856–1943)