El terrorisme de l’OTAN a la premsa

 

«La ‘red Gladio’ continúa operando, según el ex agente Alberto Volo»
«Antes el problema era el comunismo, ahora puede ser cualquier otro»
No, per res…
També m’ha fet recordar això altre:
(…)
—I això de la independència? Vull dir, Catalunya pot separar-se d’Espanya? Ho permetran?

Ells no sé què faran, senyor Wolff, però nosaltres comencem a ser molts. Per què ho demaneu?
—Deixa’m que et digui una cosa. Com que vaig anar a universitats elitistes conec gent a dins els bancs. N’hem parlat, d’això. I jo sé que entre ells també en parlen: els bancs alemanys, els francesos, els anglesos i els americans. Tots quatre. I no en volen saber res. Hi treballaran contra. Això no vol dir que no us en sortiu. Alguns altres se n’han sortit. Però ho heu de saber. Faran servir la CIA, els militars i qui faci falta.

Què és que no els agrada?
—Per a ells és un vot contra la Unió Europea. I si no ho és, faran que ho sembli. Ho voldran convertir en una cosa perillosa i antieuropea. Ho has vist, a Grècia? Hi han fet això mateix.
(…)
 
 :-\
Ara, si poseu «Gladio» a qualsevol cercador obtindreu resultats interessants.
Això sí: sempre s’havia negat la seva existència.
I encara ara es fa com si res.
Vaja, com sempre.
En fi.
Salut i esperit crític!
Jordi
PS: Aquesta entrevista d’ahir mateix és realment impactant.
I més llarga que la versió publicada en paper (adjunta).
És curiós i tampoc és la primera vegada que passa…
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Entrevista con el testigo que denuncia a su padre como autor del atentado de la Oktoberfest de Munich en 1980, la peor masacre terrorista de la Alemania de posguerra

Andreas Kramer: «He golpeado un nido de avispas»

«Me entrenaba. No confiaba en nadie pero en mí sí, e hizo algo a lo que no tenía derecho: rompió el secreto de Gladio con su hijo» | «El día del atentado, cuando salió la noticia por la tele, mi padre estaba ante el televisor con nosotros y dijo, ‘yo no quería eso'» | «En Europa la mayoría de los gobiernos de nuestro entorno eran socialistas y subvertidos por los comunistas, la meta era eliminar a esos gobiernos»
Internacional | 27/04/2013 – 00:06h
Andreas Kramer:
El historiador Andreas Kramer explica la relación con su padre como algo digno de Dostoyevski, que pasa de la adoración adolescente al rechazo, como resultado de un gran crimen. Rafael Poch
Rafael Poch
Duisburg. Corresponsal
Estación central de Duisburg, a cuatro horas de tren de Berlín. Si no fuera porque su realidad supera toda ficción, Andreas Kramer podría ser un personaje de John le Carré. Este hombre de 48 años, sensible, historiador interesado en Bizancio y de hablar un tanto atropellado, ha jurado este mes ante un tribunal de Luxemburgo que su padre, Johannes Kramer, un oficial de los servicios secretos alemanes (BND) que trabajaba para los grupos terroristas de la OTAN (Gladio-stay Behind), fue el autor no solo de la mayoría de los 24 atentados con bomba registrados en el Gran Ducado entre 1984 y 1985, sino también del más mortífero atentado terrorista de la Alemania de posguerra: el de la Oktoberfest de Munich, el 26 de septiembre de 1980, con 13 muertos y 213 heridos, una carnicería nunca aclarada con niños entre las víctimas y muchos miembros amputados.
Esta información ha causado revuelo en Luxemburgo, en lo que se conoce como el “juicio del siglo”, pero no en Alemania. Ningún juez alemán se ha interesado por el asunto, ni ha llamado a declarar a Kramer. Nadie le ha acusado de mentir, ni de ser un charlatán. Ningún medio de comunicación importante se ha hecho eco. Silencio. Ese silencio es lo que me lleva a Duisburg. Kramer me recibe en la estación de esa ciudad del Ruhr y me conduce a una cafetería, donde espera Giselle, su compañera, postrada en una silla de ruedas. Ambos son seres frágiles, pero determinados. Dos individuos se sientan en la mesa de al lado y nos cambiamos de sitio.
¿Le vigila la policía?
Nadie me ha denunciado, no hay ningún proceso judicial contra mí.
¿Controlan su teléfono, su correo electrónico?
Eso sí. Hace dos semanas mi ordenador fue intervenido. Especialistas detectaron que habían instalado en él un programa de espionaje.
¿Cómo es que su padre le contaba sus secretos?
Quería que entrara en Gladio-Stay Behind (la red terrorista de la OTAN, reconocida en resoluciones del Parlamento Europeo y del Senado Italiano) y que fuera director de operaciones. Me entrenaba. No confiaba en nadie pero en mí sí, e hizo algo a lo que no tenía derecho: rompió el secreto de Gladio con su hijo.
¿Acaso era Gladio un asunto familiar?
Claro que no. No era normal reclutar a parientes. Mi madre no sabía nada. Yo era su único hijo varón y confiaba.
¿Cómo era la relación entre ustedes?
Complicada y difícil de resumir. Una relación de confianza basada en mi admiración y respeto. Eso cambió después del atentado de Munich. Para mí fue un punto de inflexión porque me di cuenta de que era un asesino.
Usted tenía 16 años entonces, ¿qué papel tuvo su padre en aquello?
Era oficial de coordinación de Gladio-Stay Behind y tenía el encargo de la ACC (Allied Clandestine Commission) de la OTAN de preparar un atentado. Para eso necesitaba utilizar a otros, gente a la que embarcar como autores. Mi padre los llamaba “tontos útiles”. Mi padre tenía contacto con círculos de extrema derecha e implicó al “Grupo deportivo militar Hoffmann” (la banda neonazi Wehrsportgruppe Hoffmann) en el asunto. Mi padre contactó con Karl-Heinz Hoffmann como camarada, los dos eran de 1937, y se ofreció a ayudarle en su guerra contra la República Federal Alemana. El grupo de Hoffmann estaba a punto de ser ilegalizado. También conocía a Gundolf Köhler (autor del atentado de Munich y único culpable indentificado, fallecido al estallar la bomba) desde la época del Das Kommando, un periódico que editaba el grupo. En una edición de los setenta se ve a Köhler con un casco nazi. Mi padre decía que Köhler era el tipo ideal y que daba igual si moría. No se identificó como agente de la OTAN porque si Hoffmann lo hubiera sabido le habría mandado a sus matones contra él.

«Mi padre creó un equipo con dos oficiales del BND, cuyos nombres no voy a dar, además de Köhler y Naumann, y confeccionaron la bomba en un garaje de Donaueschingen. Mi padre era el principal porque era especialista en explosivos. La bomba tenía que ser fácilmente manipulable y verosímil, en el sentido de que se creyese que gente como Köhler la hubiese podido fabricar. Construyeron varias, hicieron pruebas. Tardaron año y medio. El detonador vino de Uelzen, el explosivo de la Naval Weapons Station de Den Helder (Holanda) y fue entregado por el servicio secreto holandés, donde mi padre tenía contactos con oficiales del Gladio-Stay Behind. Ellos trajeron el explosivo junto con el extintor que se usó. El extintor venía de Inglaterra, era material del MI-6 de los años cincuenta. El explosivo fue transportado en coches particulares, incluido el de mi familia, matrícula BN-AE 500, hasta Donauschingen. Mi padre me informó a lo largo de año y medio de los preparativos. El día del atentado, cuando salió la noticia por la tele, mi padre estaba ante el televisor con nosotros y dijo, “yo no quería eso”. Salimos de la sala, fuimos a otra habitación a hablar, le dije, “¿por qué lo hiciste?”. “Déjame en paz”, me respondió. Estuvo dos días sin hablar.»

¿Estaba deprimido?
¿O sea que no deseaba aquel baño de sangre?
En aquel momento se dio cuenta de que era un vulgar asesino, de que ya no podía volver atrás. Ya no tenía nada que ver con ser soldado, con matar con cierta legitimación en acciones dirigidas contra los rusos enemigos, sino liquidar civiles, contra el propio pueblo. Algunos de los muertos eran jóvenes de mi edad, “has matado a gente como yo”, le dije.
¿Y qué contestó?
“Calla, eso no es asunto tuyo”.
Un año después del atentado de Munich se detuvo a un guardabosques de extrema derecha llamado Heinz Lembke que había dado explosivos al grupo de Hoffmann, pero el día antes de que declarara ante el juez fue encontrado ahorcado en su celda…
Mi padre me dijo que la víspera de aquel 1 de noviembre de 1981, Lembke fue visitado por gente del BND de su equipo en la cárcel y que no había muerto de muerte natural.
En Munich hay un grupo de abogados y de familiares de víctimas que sigue buscando, sin ningún éxito, explicaciones a aquel atentado, ¿se han puesto en contacto con usted tras su declaración en Luxemburgo?
No. Tampoco yo me he puesto en contacto con ellos: cuanta más gente meta en esto, más peligro para mí….
Pero la publicidad es la mejor protección…
Esa gente tiene derechos como víctimas, pero hasta el día de hoy, la fiscalía de Munich ha impedido cualquier clarificación, denegando las reclamaciones de abogados y familiares. Igual que en Luxemburgo (más de 80 documentos) en el caso de Munich se han destruido pruebas, en mi opinión por obra del BND. De lo contrario no es posible destruir pruebas de un caso tan importante.
En Luxemburgo usted dijo que no habló antes de todo esto porque su padre, fallecido en noviembre, le había amenazado.
Sí, pero ya antes de que muriera contacté con Daniele Ganser (el profesor suizo, autor de la gran investigación sobre este tema, “Los ejércitos secretos de la OTAN”, 2005). Mi padre me advirtió expresamente contra cualquier contacto con Ganser. “Se ha acercado demasiado a nuestros secretos y tu sabes demasiado sobre ellos, si contactas con él, me encargaré de que os liquiden a los dos”, me dijo. Eso me animó a contactar con Ganser. Me encontré con él en algún lugar de Europa. Lo importante es que aparezcan los documentos secretos, que el adversario los ponga en circulación. ¿Cómo? Muy simple: yo he golpeado un nido de avispas, les he puesto la trampa de la miel poniendo las cosas encima de la mesa, ahora tienen que venir las moscas. Es un nido de avispas porque Gladio no es un problema alemán, sino internacional. En los años ochenta todos los estados miembros de la OTAN tenían sus grupos Gladio-Stay Behind. Todos. En Italia se investigó, hubo una comisión de investigación en Bélgica, y ahora en Luxemburgo, pero en Alemania no se aclara nada. La justicia alemana está ciega del ojo derecho. Me podrían haber abierto un proceso por difamación desde el BND o el BfV (la policía política), pero no han hecho nada. Algunos periodistas de grandes medios me han llamado pero no han escrito nada. El segundo canal (ZDF) me grabó una entrevista, pero no la ha emitido.
Además de su participación en Munich y Luxemburgo, usted afirma que su padre también estuvo implicado en las llamadas “masacres de Brabante” en Bélgica…
En Luxemburgo no hubo víctimas, en Bélgica 28, que se suman a los 13 muertos de Munich…
¿Cómo justificaba su padre toda esa locura?
Se trataba de quitarse de en medio a los comunistas. En Europa la mayoría de los gobiernos de nuestro entorno eran socialistas y subvertidos por los comunistas, la meta era eliminar a esos gobiernos. En Europa solo se querían gobiernos de derecha para tener un baluarte contra el comunismo ya que en Europa el Pacto de Varsovia superaba ala OTAN en 3 a1 en armas convencionales. Se pensaba que los comunistas tenían demasiada influencia.
Pero, ¿podía creer alguien en serio que en un país como Luxemburgo existiera un peligro comunista?
Si se empaqueta bien cualquier mentira puede ser vendida como verdad, como un caramelo…
¿…y cuál era el envoltorio en este caso?
Crear miedo y fortalecer la seguridad interna. Para eso había que escenificar un terrorismo. Y la gente que lo hizo eran oficiales en contacto con Estados Unidos, gente que tenía que ver con la guerra de Vietnam. Los atentados sucedieron no mucho después de la guerra de Vietnam concluida en 1975. No aprendieron nada de aquellas barbaridades y aterrorizaron a sus propios aliados europeos. Así creían luchar contra el comunismo.

 

Andreas Kramer:
Venecia, septiembre de 1980. Pocos días antes del atentado de Munich,
Johannes Kramer y su hijo Andreas. Cedida por Andreas Kramer

Red secreta en el servicio secreto
  • Johannes Kramer (1937-2012), el hombre al que su hijo describe como una pieza importante del ejército subversivo de la OTAN, era un buen padre de familia, un hombre cariñoso y emocional. “Nunca me pegó”, dice el hijo, que tenía 16 años cuando el atentado de Munich y le profesaba una adoración de adolescente que solo la masacre de 1980 alteró para siempre.
    Fumador empedernido, Johannes Kramer no cometía excesos de alcohol. Su personalidad es descrita por su hijo como la del dios Ianus de la primera mitología romana, dios del principio y el fin que tiene una doble cara.
    Oficialmente, Kramer era un mero capitán del Bundeswehr, el ejército federal alemán. En realidad tenía el rango de coronel en el departamento G-4 del BND, los servicios secretos, con el nombre de guerra de “Cello”, dice el hijo. El ejército subversivo de la OTAN era una estructura secreta e internacional dentro de los propios servicios secretos nacionales.
    “Un día, cuando yo tenía 16 años, mi padre me llevó a su despacho. Nunca había visto una mesa tan ordenada. Le pregunté, “¿Dónde están tus papeles, las cosas en las que estás trabajando?”. Me dijo que todas las carpetas estaban en la caja fuerte. “¿No te fías de nadie?”, le pregunté. “No, de nadie”, me respondió. Con ello me quiso demostrar que tenía confianza en mi”, explica el hijo. “Me quería reclutar cuando fuera mayor y me preparaba para ello, pero yo no habría trabajado para el servicio secreto, sino para él, esto es importante entenderlo porque Gladio-stay Behind era una red secreta dentro del secreto”, dice.
    La prueba de que Johannes Kramer no era un mero capitán del ejército está en sus voluminosos ingresos, muy superiores a los de un capitán, que se pagaban con fondos reservados. Como jubilado, a Johannes Kramer le correspondía una pensión de 2.000 euros, pero recibía, oficialmente, 3.121. El número de su certificado de pensiones, delata que pertenecía al BND, explica su hijo al mostrar el documento.
Comentarios
  1. usuario Eulogio
    27/04/2013 | 11:32h
    Aquel que niega la naturaleza conspiratoria de los gobiernos es un zopenco. Benjamin Disraeli Primer Ministre del Regne Unit
  2. usuario slkdhvb
    27/04/2013 | 11:09h
    sí yo no, mientras estuvo Franco parece que no hubo mucho Gladio por aquí, probablemente sí hubo asesoramiento. Franco en si ya era Gladio. Fue en la transición cuando empiezan a venir ultraderechistas italoargentinos a liarla
  3. usuario pedro del alma
    27/04/2013 | 09:53h
    Muchas gracias por informar. Sería importante seguir este impresionante asunto. No tenía ni idea de que la misma OTAN tenía comandos de terror. Por favor, siga informando. No se trata de querer tener información escabrosa, sino de saber hasta qué punto el estado y las organizaciones supraestatales son instrumentos de terror. Y no es para cargar contra el estado como tal, sino para saber a qué atenerse, para que criminales no crean poder actuar así, y que las víctimas tengan aunque sea mínima, una esperanza de claridad y justicia.
  4. usuario Jordi JORDA
    27/04/2013 | 09:23h
    Las cloacas del poder van mas allà de nuestra imaginacion…..
  5. usuario slkdhvb
    27/04/2013 | 06:27h
    pues debería interesarte ya que Gladio también tenía su rama española. Hay conexiones entre el atentado de atocha y el de la estacion de Bolognia en Italia
    1 respuesta
    • usuario RH0+
      27/04/2013 | 10:44h
      No se entienda como hechos aislados «con conexión». Es la misma operación separada en el tiempo.
  6. usuario almendarez
    27/04/2013 | 20:23h
    Hay mucha gente que se cree eso que los gobernantes occidentales son los buenos de la pelicula…Aqui mismo en la red, buscar «IRAN CONTRA» y ahi esta descrito como EE UU para luchar contra le Revolucion Sandinista contacto con el narco trafico e introdujo en EE UU grantes cantidades de droga para su venta y con ese dinero luchar contra el sandinismo…buscar en la red «COSTO DE LA GUERRA DE IRAK» y ya veran los escandalosos robos de las empresas norteamericanas que han «participado» en la reconstruccion de Irak.
  7. usuario trankilo
    27/04/2013 | 16:45h
    genial entrevista y un ole por la vanguardia por tener el valor y la dignidad periodística de publicarla!
  8. usuario Magufo
    27/04/2013 | 12:43h
    Luego, con llamar magufos y conspiranoicos a quienes denuncian cosas como estas, todo solucionado. Pensad en los ultimos grandes atentados «terroristas»: * Los terroristas son confidentes o han estado controlados por la policia * Las investigaciones son «raritas», rapidas, confusas, con flecos, se pierden pruebas, se mueren testigos * Se pilla a los malos rapidamente * Los malos pillados, suelen morir rapido o se inmolan. Vivimos en «El show de Truman»
  9. usuario Magufo
    27/04/2013 | 13:54h
    Otra cosa que me olvida y es lo que mas apesta: Casualmente, durante los ultimos atentados terroristas, el mismo dia se llevaban a cabo simulacros que «casualmente» eran identicos a los atentados cometidos. En las bombas de los trenes en Madrid, 4 horas antes termino el ejercico CMX04 de la OTAN en Madrid. Este simulacro versaba sobre la colocacion de bombas en trenes y por casualidad unas horas despues de la finalizacion de estos ejercicios militares, zas, explotan los trenes. En Londres mas de lo mismo, simulacro de bombas en metro y autobuses la misma mañana de los atentados. El 11S mas de lo mismo, simulacro de secuestreo de aviones comerciales para usarlos como armas y…….. casualidad, unos arabes secuestra aviones. Muchas casualidades. Os invito a que busqueis informacion sobre el hundimiento del Maine (en la guerra que tuvimos con USA hace mucho tiempo). Tambien es interesante, el incidente del golfo de Tonking, que dio carta blanca al gobierno USA para la guerra de Vietnam.
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Peter Urbach, los misterios de la RAF

La muerte de un infiltrado policial evoca, cuarenta años después de los hechos, las zonas grises del nacimiento y evolución del principal grupo terrorista alemán

Internacional | 16/04/2012 – 12:09h | Actualizado el 26/04/2013 – 18:30h
Rafael Poch Rafael Poch
Berlín Corresponsal
Le llamaban “Peter el del tren” (“S-Bahn, Peter”). Pasaba de vez en cuando por la K-1 y otros pisos comunitarios de la progresía berlinesa de los sesenta, donde el espíritu revolucionario se combinaba con el sexo, las drogas y las lecturas de Adorno y Marcuse.
Peter Urbach, que ese era su nombre, era un joven fontanero huido de la RDA. Fue un típico “agent provocateur” a sueldo de la policía. Recientemente se ha conocido su muerte, el pasado mayo en California, lo que da pie a que se vuelva a hablar de él.
Peter llevaba el pelo corto y hablaba y vestía como un obrero, un verdadero proletario entre la hueste pequeñoburguesa que nutría el incipiente movimiento estudiantil y posterior “oposición antiparlamentaria” (APO) de Alemania. Hacía algunas chapuzas en los baños y cocinas de aquellos antros de la izquierda, y llegó a ser uno más de la familia.
Apareció en 1966 y desapareció en 1971. Entretanto asistió a – y propició- la fundación de los grupos armados del sesenta y ocho alemán; la RAF (banda Baader-Meinhof), los “Tupamaros de Berlín” y el “Movimiento 2 de junio”.
Adoquines, pistolas, artefactos

Teledirigido por el senador (ministro) del Interior socialdemócrata de Berlín Kurt Neubauer, Urbach trabajaba para el Bundesamt für Verfassungsschutz (BfV) la policía política que lleva el nombre de “Departamento de protección de la Constitución”. Fue Peter Urbach quien suministró el primer arma a aquel movimiento de peludos: la pistola Beretta de Horst Mahler, abogado y fundador de la RAF, hoy en la órbita del neonazi NPD. También algunas bombas. Una vez se presentó con un kilo de hachís afgano de un alijo que la policía acaba de decomisar. Era un “conseguidor” de casi todo en aquel ambiente que había que infiltrar, “observando delitos e incluso participando en ellos”, decía la doctrina de Neubauer, tan antigua como los propios movimientos sociales.
Urbach estaba el 11 de abril de 1968 en la protesta estudiantil frente a la sede del grupo de prensa Springer en reacción al atentado contra el líder del sindicato estudiantil SDS, Rudi Dutschke. Fue Urbach quien trajo los cócteles Molotov con lo que se armó la batalla. En noviembre hubo otra batalla campal con la policía en el Tegeler Weg de Berlín, en la que Urbach apareció en el momento oportuno con un camión cargado de adoquines, el regalo del BfV a los estudiantes. En febrero de 1969 también fue él quien suministró el artefacto defectuoso que debía estallar al paso de Richard Nixon en la ciudad, y lo mismo ocurrió con otro artefacto puesto en el centro judío de Berlín, igualmente compuesto para que no estallara.
Con la excusa de enseñarle un depósito de armas, Urbach atrajo a Andreas Baader a una trampa en la que fue detenido por la policía. Poco después, en mayo de 1970, la RAF nacía con la acción en la que Ulrike Meinhof y Gudrun Ensslin, liberaban a Baader en la cárcel. Las armas para aquella acción la suministraron dos ex nazis con conexiones con la policía. La acción fue el estreno de la RAF como grupo armado.
La última aparición de Urbach fue en el primer proceso contra la RAF, en 1971. Compareció como testigo de la acusación e infiltrado confeso. El abogado de los acusados, Otto Schily, que treinta años después sería ministro del interior, le preguntó en varias ocasiones si las bombas que él traía se las entregaba directamente el BfV: “no tengo nada que decir”, respondió una y otra vez. Después de aquello, Urbach desapareció para siempre.
“Si tu supieras, Rainer…”

El BfV le dio una nueva identidad con la que se asentó en California, donde dicen que trabajó como obrero en la construcción de la central nuclear de Diabolo Canyon. Murió en Santa Bárbara, California, el pasado 3 de mayo, según informes policiales publicados por Der Spiegel.
“Fuimos marionetas de una estrategia superior”, dice Michael Baumann, fundador del “Movimiento 2 de junio” que participó en algunos actos violentos y menciona en ese contexto la red secreta de la OTAN, Gladio, reconocida y condenada por el Parlamento Europeo en noviembre de 1990. Como en Italia, la impresión de haber sido utilizados es común a muchos de los activistas de aquella época.
En 1972, dos años después del estreno de la RAF, se produjo la única “reunión plenaria” de la banda en una vivienda de Francfort. “Asistieron 20 o 30 personas, estaban todos, el BfV lo sabía pero no hizo nada”, dice Baumann. “Si todo estaba infiltrado desde el principio, ¿cómo pudo la RAF continuar funcionando tanto tiempo?”, se pregunta.
Los archivos de la Stasi, la policía del Este que a principios de los ochenta prestó asilo a algunos miembros de la RAF, podrían ofrecer alguna pista, pero todo lo que en ellos hace referencia a los servicios secretos occidentales, está clasificado y no se puede consultar. Algunos protagonistas como Baader, Meinhof y Ensslin murieron aparentemente suicidados en prisión. Otros como Verena Becker, presuntamente vinculada con el asesinato del Fiscal General Siegfried Buback, siguen aparentemente protegidos por el BfV, para desesperación del hijo de Buback.
El movimiento contestatario contra la guerra de Vietnam y la oposición juvenil de entonces, podía convertirse en una fuerza social considerable. Con el recurso a la violencia de algunos pequeños grupos y la criminalización que siguió, se consiguió debilitarlo mucho. “Esa estrategia tenía un gran sentido”, dice Baumann. Pero a falta de pruebas documentales sólo quedan impresiones, reconoce.
Una de esas impresiones la obtuvo Rainer Langhans un excéntrico director de cine que conoció y fue amigo de Urbach en el Berlín de los sesenta. Años después de la desaparición de Urbach de la escena, Langhans intentó conectar con él. Pidió al BfV que le pusiera en contacto, le dijeron que no, pero tiempo después recibió una llamada del propio interesado. Langhans quería filmar un documental con Urbach, pero éste declinó. Le dijo, “si tu supieras, Rainer….”
Comentarios
  1. usuario  AINSTAIN I LA SEVA MINORIA ABSOLUTA
    16/04/2012 | 14:48h
    Això a a casa nostra no pot passar: la nostra madura ciutadania condemna els peluts de la plaça de Catalunya pque són un perill social i exigeix lleis més repressives per a tothom com a cost que s’ha de pagar per l’existència dels violents que participen en manifestacions d’organitzacions majoritàries…
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el país   Archivo

La ‘red Gladio’ continúa operando, según el ex agente Alberto Volo

C. M. Santa Cruz de Tenerife
La organización secreta paramilitar conocida con el nombre de red Gladio, cuya existencia fue desvelada en diciembre pasado en Italia por el ex agente de la misma Alberto Volo, no ha sido disuelta, e incluso ha celebrado una reunión este mismo mes en la isla de Gran Canaria, según publicó ayer el periódico Canarias 7. El propio Volo, que se encuentra estos días en dicha isla, donde, según él, fue entrenado para Gladio en los años sesenta, declara que esta red sigue actuando bajo otro nombre y que el archipiélago canario y Sicilia son dos de las ubicaciones estratégicas de esta organización paramilitar.Según el ex agente italiano de la Rosa de los Vientos (nombre originario de Gladio), el objetivo de esta organización secreta no se limita a «proteger del comunismo a los países miembros», sino «de todo aquello que les pudiera ocasionar problemas».
«Hasta hace cuatro años el problema era el comunismo, ahora puede ser cualquier otro», señala para justificar la continuidad de las operaciones de Gladio.
El reciente contacto en Canarias de algunos representantes de la red clandestina fue realizado a través de un anuncio por palabras aparecido en la prensa local. «En Canarias se sigue trabajando», señaló Volo.
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La red secreta de la OTAN operaba en España, según un ex agente belga
Felix Monteira
Bruselas 14 NOV 1990

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Un informe oficial italiano implica en el crimen de Atocha al ‘ultra’ Cicuttini, relacionado con Gladio

Salut i consciència!

Jordi

http://vimeo.com/user1361588/videos
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ESPAI LLIURE DEL MUNTATGE «SIDA»

«El present és d’ells; el futur és meu»

Nikola Tesla (1856–1943)