No us perdéssiu pas «LA GRAN APUESTA» (The Big Short)

Gran, grandíssima pel·lícula!

Rius i t’indignes a parts iguals.
Fins i tot la música és demolidora!

I segurament mai l’etiqueta «Aquesta és una història real» hagi estat millor emprada.

En el meu cas, a més a més, hi ha una petita part d’identificació personal.
Perquè també vaig visualitzar la bombolla… i bastant abans que els protagonistes.

😉

Salut i crítica conscient!

Jordi

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https://www.youtube.com/watch?v=gjF_W4UxqRA
https://www.youtube.com/watch?v=BSFz-3SUZdw

La Gran Apuesta | Tráiler | 22 de Enero en cines

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http://www.expansion.com/blogs/mcgufilms/2016/01/22/la-gran-apuesta-la-banca-gana-hasta.html

‘La gran apuesta’: la banca gana hasta cuando pierde

22/01/2016 | 12:00

Como nos recalca nuestra compañera experta en fiscalidad y temas jurídicos Mercedes Serraller «si Margin Call analiza el pinchazo desde dentro de una sofisticada firma de inversión, La gran apuesta chapotea en el barro y nos muestra el sudor de quienes vieron la que se avecinaba. La película recorre las tripas del sistema para explicarnos qué pasó, por qué pasó lo que pasó, cómo se dieron cuenta los protagonistas de lo que pasaba y qué hicieron al respecto. No sólo se trata de comprender la crisis sino a las personas que la propiciaron, ocultaron y descubrieron. Eso sí, tanto Margin Call como La gran apuesta subrayan que el ciclo se repite. Mientras que en la primera, para el tiburón de Wall Street que interpreta Jeremy Irons, es inevitable y gente como él se beneficia de ello. Adam McKay acaba la película interpelando al espectador y recordando que ya se están realizando operaciones con productos basura como en 2007…»

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http://www.elconfidencial.com/cultura/2016-01-20/siete-grandes-motivos-para-ver-la-gran-apuesta-y-otro-muy-poderoso-para-leerla_1137910/

Siete motivos para ver ‘La gran apuesta’ y otro muy poderoso para leer el libro

Una gran historia. Un gran reparto. Y una gran apuesta. Este viernes llega a las salas una película que narra las vivencias de quienes previeron la crisis, apostaron contra el mundo… y ganaron

20.01.2016 – 05:00 H. – Actualizado: 20.01.2016 – 11:14H.

‘La gran apuesta’

Aquí está. Este viernes se estrena en España La gran apuesta‘. Posiblemente ya habrán leído o escuchado algo de ella. Es una película que narra hechos reales. Más exactamente, hechos financieros reales. Basada en el libro del mismo título (en inglés, ‘The big short’) escrito por Michael Lewis y llevada a la gran pantalla por el director Adam McKay, cuenta con motivos de sobra para ir a verla. Sobre todo, si ya han leído la obra de Lewis. Y si no lo han hecho… aún existe un último motivo, muy poderoso eso sí, para que la lean.

1. Una historia espectacular. El libro de Michael Lewis es prácticamente un guion cinematográfico. Por la trascendencia de los hechos que narra, por la personalidad y las características de los protagonistas y por la enorme historia que relata, con un puñado de inversores apostando contra el mundo… y ganando. Con tan buenos mimbres, hubiera sido un delito no hacer una película que esté a su altura. Y McKay, director y también guionista junto con Charles Randolph, no comete ese delito.

Fotograma de la segunda parte de la película ‘Wall Street’, con Michael Douglas y Shia LaBeouf.


2. El cine y las finanzas se llevan bien.
¿Cine y finanzas juntos? Sí, así es. Destierre los prejuicios que pueda tener. Gordon Gekko, el personaje interpretado por Michael Douglas, ya demostró que ambos mundos encajan en las dos partes de ‘Wall Street‘. Pero es que en los últimos tiempos, y a rebufo de la crisis, las salas han recibido nuevas entregas de cine financiero. Una de ellas, en forma de documental, ha sido la cruda pero obligatoria ‘Inside Job’. Otra, que en este caso mezcla ficción y realidad, es la magnífica ‘Margin call’, con un elenco impresionante de actores, con Jeremy Irons y Kevin Spacey al frente. También resulta aconsejable una película, posiblemente menos conocida, titulada en español ‘Malas noticias’, basada en el interesante libro ‘Too big to fail’ de Andrew Ross Sorkin, y que cuenta con actores como James Woods o Paul Giamatti.

Aquí no hay fantasmas. Ni zombis. O mejor dicho, sí los hay. La crisis llegó porque hubo muchos fantasmas y muchos zombis que no sabían que lo eran

3. No se confunda: terror disfrazado de humor. Es uno de los méritos de Lewis, aunque fundamentalmente representa el principal acierto de la adaptación de McKay. ‘La gran apuesta’ arranca sonrisas al espectador con sus diálogos, sus giros, sus puestas en escena y la forma de ser de los personajes. Logra que te lo pases bien viendo la película. Pero, cuidado, aunque esté revestida de humor, en realidad lo que el espectador está contemplando es una historia de auténtico terror. Aquí no hay fantasmas. Tampoco zombis… O mejor dicho, sí los hay. Porque a la crisis se llegó porque hubo muchos fantasmas… y muchos zombis que no sabían que en realidad estaban muertos. Y la película -como el libro- así lo refleja.

4. Atención continua… y aprendizaje constante. ‘La gran apuesta’ no sirve solo para pasar un buen rato. Requiere atención. Porque contiene conceptos económicos y financieros. Porque lo que cuenta es una historia real con consecuencias muy serias y, sí, también muy reales. La vida real es lo que tiene, que requiere atención. Lejos de suponer un obstáculo, esta característica de la película constituye una poderosa razón para verla, puesto que no solo se disfruta, sino que además permite aprender. Y mucho más, porque ofrece lecciones -ojo, no todas las que se deben sacar de la crisis, pero sí algunas de las más valiosas- que ojalá permanezcan en el tiempo.

El chef y estrella mediática Anthony Bourdain protagoniza uno de los cameos de ‘La gran apuesta’.


5. Cameos soberbios para ‘dummies’.
Aunque McKay y Randolph, como guionistas, cuentan con un fantástico material para hacer la película, tampoco lo tenían fácil por la complejidad de algunos de los términos financieros que Lewis maneja en el libro. El autor, claro está, cuenta con párrafos y páginas para explicar esos conceptos, un margen que, lógicamente, no tenían los guionistas. Pero resuelven esta cuestión de manera magnífica. Emplean como recurso unos cameos de personajes famosos que introducen como paréntesis para explicar los términos que son más difíciles pero que, a la vez, resultan imprescindibles para comprender lo que cuenta la película. En especial, hay dos soberbios: uno para explicar cómo empaquetaban los bancos los títulos respaldados por hipotecas de diferente calidad -esos paquetes responden a las siglas CDO- y otro para explicar las titulizaciones sintéticas o CDO sintéticos.

No lo olvide. Son hechos reales. Cuidado con reírse de los personajes por raros que parezcan, porque fueron ellos quienes se rieron de la soberbia del mundo

6. ¿Bale? ¿Carell? ¿Gosling? ¿Pitt? No, Burry, Baum, Vennett y Rickert. Sí, ‘La gran apuesta’ es una película. Y tiene actores. Y vale la pena verla porque lo bordan. Sobre todo Christian Bale, en el papel de Michael Burry, y Steve Carell, en el de Mark Baum. Pero es que, además, Ryan Gosling -Jared Vennett- está en su salsa en el personaje que interpreta y Brad Pitt -Ben Rickert- también resulta convincente. Con el aditivo fundamental de que cada uno de ellos se somete a su correspondiente camuflaje -no faltan las pelucas, las gafas, las gorras o los ojos de cristal- para que el espectador tenga muy presente que no está viendo a Bale, Carell, Gosling o Pitt, sino a Burry, Baum, Vennett o Rickert. Y cuidado, no olvide que los hechos son reales y que estos son los personajes que ganan. Cuidado con reírse de ellos. En realidad, han sido ellos lo que se han reído de la soberbia del mundo.

7. Metallica, Led Zeppelin, Pantera… ¡caña de la buena! Un relato tan ‘heavy’ como el de Lewis y una película tan trepidante como la de McKay no podía contar con una banda sonora ‘blandita’ ni meliflua. Y no lo hace. La escena de Christian Bale encerrado en su despacho y degustando el mítico, contundente y arrollador ‘Master of Puppets’ de Metallica u otra en la que desahoga su frustración aporreando la batería en su garaje al son del By demons be driven’ de Pantera representan una auténtica descarga de adrenalina que realza la dimensión de la película.

+1. ¡Pero, por favor, lean el libro! Hay motivos de sobra, por tanto, para ver la película. Pero hay otra razón, muy poderosa, para no contentarse con verla, sino también para leer la historia. Porque el libro lo tienen ahí. Se puede encontrar en muchas librerías. Y vale muchísimo la pena. Michael Lewis es, posiblemente, el mejor relator de historias financieras de las tres últimas décadas. Desde su fabuloso ‘El póquer del mentiroso’ (‘Liar’s poker’), se ha convertido en un autor indispensable, aunque en los últimos años se ha desatado con los ya igualmente aconsejables ‘Boomerang,’ ‘Flash boys’ y, por supuesto, ‘La gran apuesta’ (‘The big short’).

Pero es que, además, en este caso conviene leer el libro porque la película se toma licencias que no reflejan completamente lo que Lewis cuenta en sus casi 350 páginas. Si, por ejemplo, ya ha leído el libro, puede que se sienta perdido en el transcurso de la película con el nombre de algunos de los personajes. Y es normal, porque McKay cambia algunos de ellos. Mark Baum es, en realidad, Steve Eisman, y lo que le ocurre personalmente en la ficción no fue lo que le pasó en la realidad. Tampoco identificará a Jared Vennett, porque en el libro -y en la realidad- se llama Greg Lippman… Y lo mismo ocurre con otros personajes. Además, y lógicamente, Lewis puede entrar en una serie de detalles y de definiciones que la película no puede permitirse para mantener el ritmo, el interés y no extenderse en el metraje. Si no ha leído la obra de Lewis, al ver la película conectará mejor con los auténticos protagonistas y con todo lo que el autor narra.

Invierta su dinero en la película. Pero, por favor, si puede y aún no lo ha leído, inténtelo con el libro. Eso sí que será una gran apuesta.

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http://decine21.com/entrevistas/110655-adam-mckay-explica-la-gran-apuesta-por-explicar-la-crisis-financiera-en-pelicula

ENTREVISTAS

Una historia decididamente diferente

Adam McKay explica «La gran apuesta» por explicar la crisis financiera en película

Por decine21.com 
Jueves 21 Enero 2016, 13:08h
Para explicar la crisis financiera de 2008 se diría que hacen falta libros supersesudos y documentales con miles de declaraciones. Un libro de Michael Lewis demostró que se podía llegar al gran público, y ahora una película con actores va todavía más allá. El director lo explica en esta entrevista mantenida con Steven Goldman en Nueva York, el pasado 12 de diciembre.

¿Qué fue lo primero que le atrajo de La gran apuesta?

Pues sencillamente que había leído el libro de Michael Lewis (“La gran apuesta”) en una noche y me atrapó. Nunca había leído un libro que tuviera tantos tonos y capas diferentes. Los personajes eran fascinantes y estaban muy bien dibujados; era trágico y bastante informativo. Era de esos libros híbridos y apasionantes al mismo tiempo… Fue un par de años después que surgió la conversación sobre hacer una película.  -¿Podría adaptarlo?

Dado su historial en la comedia, se podría pensar que no eras la persona más indicada para dirigirla. ¿Cómo convenciste a tus productores en Plan B Entertainment, Jeremy Kleiner y Dede Gardner, de que efectivamente eras el hombre indicado para el trabajo?

Creo que simplemente lo hablamos. Jeremy Kleiner ya sabía que yo quería ser parte de esto. Y la gente que me conoce sabe que he escrito para el The Huffington Post y que he organizado eventos políticos. Cuando estaba en Saturday Night Live, también solía escribir los avances políticos… De hecho, tengo una larga trayectoria en este terreno del que Kleiner era consciente. Así como Dede Gardner. Por lo que estaban abiertos a la idea.

¿Por qué era importante que Plan B participara en la adaptación de La gran apuesta?

Era enormemente importante. Creativamente no hay nadie como ellos. Me recomendaron muchos grandes actores, equipo y personas clave para la película. Aportaron notas geniales cuando estaba desarrollando este desafiante guión. Pero lo que más me gusta de ellos es que solo quieren hacer buenas películas. Tener esa energía detrás de una película como esta era absolutamente vital.

La historia detrás del desplome del 2008 entraña una complejidad increíble. ¿Cuál fue la clave para hacerla comprensible?

El mayor truco era que simplemente no tenía que hacerla compleja [lo dice entre risas]… Porque cuando terminé el libro, pensé que era bastante complejo. Pero luego lo volví a leer y pensé: “Bueno, en realidad no es tan complejo”. Quiero decir, es bastante simple: crearon títulos hipotecarios con miles de préstamos hipotecarios, empezaron a venderlos, ganando miles de millones de dólares. Y luego se quedaron sin buenas hipotecas, así que incluyeron hipotecas basura. Eso es todo. En esto se resume toda la historia. Sí, y otras cosas giraban en torno a ello y se descontroló. Pero si entiendes esto, ya has pillado toda la historia.

¿Cómo abordó la adaptación de la historia? Llegamos a identificarnos con los personajes de la película, quizás más con el Mark Baun de Steve Carell (basado, en términos generales, en el administrador financiero de FrontPoint, Steve Eisman), que con los demás.

Sí, él es como la voz de la gente. Aunque me encanta su ambigüedad. Estos chicos comienzan siendo una especie de héroes y luego se ven abrumados por este sistema enormemente corrupto. Y al final realmente no son héroes… No me gustan las películas con falsos héroes. El mundo real no es así. Incluso en mis comedias siempre lo pongo a prueba y juego con el protagonista, sin hacerle nunca un claro héroe.

La película hace un uso divertidísimo de las ‘explicaciones’ de famosos (Margot Robbie, Selena Gómez) y del personaje de Ryan Gosling, Jared Vennett, como guía turístico, hablando directamente a la cámara. ¿Por qué decidiste romper la cuarta pared en La gran apuesta?

Siempre he estado abierto a esa idea. Lo hacía mucho en el teatro cuando estaba en Chicago en los años 90, y he visto películas que lo han hecho muy, muy bien, como 24 Hour Party People [de Michael Winterbottom]. Inmediatamente supe que tenía que hacerlo así. Michael Lewis lo hizo un poco en el libro, te habla a través de las notas a pie de página. Entonces pensé, haz la película como debe hacerse. Se dice que la regla número uno de la realización cinematográfica es ‘enseñar, no decir’. Y es verdad. Excepto cuando no lo es. Creí que este era el momento para romper esa regla.

¿Tuvo Michael Lewis alguna otra aportación en la película?

Leyó el guión y le gustó mucho. Bueno, me miró como si estuviera loco por las explicaciones de los famosos y por romper la cuarta pared. Pero me dijo, “Bueno, McKay parece tener mucha confianza en el proyecto” [risas]… Nos pusimos en contacto con él tres o cuatro veces mientras rodamos la película. Y luego vino a uno de las proyecciones de los primeros cortes y a la proyección final. Estábamos encantados cuando le entusiasmó.

¿Conoció a los especuladores de la vida real descritos en el libro?

Cené con todos ellos, por separado, claro [dice entre risas]… Y de hecho eso fue muy útil. Porque vi que estaban aún un poco descolocados por lo que había ocurrido. Quiero decir, ellos realmente creían en el mercado y que éste funcionaba. Y todos ellos, uno a uno, vieron que el sistema era mucho más corrupto de lo que nunca imaginaron. Algunos se retiraron del negocio, otros se quedaron pero redujeron sus operaciones. Todos quedaron marcados por esto. Y aún no pueden creer, que a día de hoy, nadie haya ido a la cárcel y que en su mayoría las leyes no hayan cambiado.

Usas nombres reales para algunos personajes, y sin embargo otros están cambiados. ¿Por qué?

Es una mezcla por una cuestión de intimidad para algunos, mientras que a otros no les importaba. En el caso de los personajes de Finn Wittrock y John Magaro (Jamie Shipley y Charlie Geller), son sus nombres de pila [reales]. Al igual que el personaje de Brad Pitt, Ben Rickert. En el caso del personaje de Carell, Mark Baum, y Jared Vennett como Ryan Gosling, queríamos un poco más de distancia… Pero aparte de los nombres cambiados, todo lo demás en torno a los personajes es real al 99.9%. Es bastante fiel a la historia original.

¿Cómo logró reunir a este reparto estelar?

A esto nunca podré responder. Ni idea. ¿Una suerte increíble? Que sus agendas coincidieran fue alucinante.

¿Quién fue el primero en apuntarse?

Creo que fue Brad Pitt. Lo leyó como productor y dijo “Quiero participar”. Y siempre quise a Christian Bale como Michael Burry. Hablé con él y tres días después ya se sumó al proyecto. Gosling al principio dijo que no podía hacerlo y dos días después dijo “Me apunto”. Y luego a Carell, se lo envié porque pensaba que sería perfecto para Baum… Y así sucesivamente.

¿Cómo enfocó el rodaje? Tengo entendido que intentaba pasar desapercibido con las cámaras lo máximo posible. ¿Es el mismo enfoque de sus comedias?

No, esto fue diferente. Creo que Cassavetes solía rodar así. Le encantaban los planos largos y dar espacio a los actores. Lo cual crea una gran energía en la que no tienes que preocuparte de estorbar o de tu postura. Y es realmente una genialidad de Barry Ackroyd (En tierra hostil), nuestro director de fotografía. Su formación es como documentalista, y sabe encontrarle el punto justo y este planteamiento aporta ese realismo a las escenas que yo quería para esta película. No quería que pareciera austera o fría, como muchas de las películas sobre Wall Street.

¿Cuál es el riesgo de rodar de una forma no convencional como esta?

Me sentí muy cómodo. He visto todas las variantes desde Costa-Gavras (Z) y La batalla de Argel [de Gillo Pontecorvo]. Estoy muy familiarizado con ese estilo de cine de neorrealismo. Así que me sentía increíblemente cómodo… Siempre he vivido y respirado cine. A pesar de que sea conocido por las comedias, veo de todo. Así que sabía exactamente lo que quería hacer.

¿Cuál fue el mayor desafío al juntarlo todo?

El gran reto es que había muchas partes. Tienes muchas secuencias de la cultura popular, las canciones, los personajes, las localizaciones… Dicho esto, fue también un placer desde el principio hacer una película como esta, sobre el mundo en el que vivimos ahora mismo. Nunca había tenido esta experiencia. Fue todo un placer.

¿Cree que hemos aprendido algo desde los acontecimientos del 2008?

No creo que hayamos aprendido la lección para nada. Creo que la mayoría de gente aún no sabe lo que ocurrió. Y creo que muchos de los problemas siguen formando parte del sistema. Pero de una cosa estoy seguro. Yo no soy economista, pero puedo decirle esto. Los bancos son claramente demasiado grandes para fracasar. Y es increíble que la hayamos pasado canutas en el 2008 y que ahora los bancos sean más grandes que entonces. Eso para mí, ese mero hecho, hará que se repita una y otra y otra vez.

¿Qué tipo de película deben esperar los espectadores?

Es una película extraña. Híbrida. Es una tragedia que es una comedia que recuerda a un documental. Le puedo decir a la gente que no creo que hayan visto nada como esto antes. Pero lo mejor es que también es muy entretenida… Tiene interpretaciones increíbles. Es divertida. Triste. Sorprendente. Informativa. Me encanta. Creo que también la disfrutarán.


Salut i independència!
(encara que sigui de joguina)
Jordi

http://vimeo.com/user1361588/videos
www.youtube.com/user/grupsalvatge/

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ESPAI LLIURE DEL MUNTATGE «SIDA»

«El present és d’ells; el futur és meu»

Nikola Tesla (1856–1943)